A pesar del avance logrado por las mujeres en la sociedad y economía en este último siglo, el alcance deja mucho que desear para una integración o absorción de la mayoría de sectores económicos. Si hablamos de maquinaria industrial, maquinaria de demolición o recambios de maquinaria, la innovación tecnológica no ha ido pareja a la innovación social para absorber o asumir mujeres en esta industria.
La industria TIC cojea, de forma sustancial, a la hora de incorporar mujeres en su desarrollo. El sector industrial ha estado ajeno al interés del talento, conocimiento y competencias que pueden aportar las mujeres a su innovación y esto es una pérdida de competitividad en este tipo de negocios.
Una de las razones para explicar esta escasa presencia de las mujeres en los sectores industriales es, sin duda, la enorme brecha de género que existe en las llamadas “carreras técnicas”: por ejemplo, sólo un 14% de las personas que ingresan en el primer curso del Grado de Ingeniería Informática en la Universidad de A Coruña son mujeres. La consecuencia, en el ámbito profesional, es que dos de tres puestos de trabajo son ocupados por hombres.
Si a eso se suman los factores económicos actuales, con restricciones en el mercado laboral y recortes en contrataciones e inversiones tecnológicas, el impacto para un sector subrepresentado para las mujeres es mucho mayor que para la demanda masculina, en el ámbito industrial y tecnológico.
Es cierto que, aunque la presencia de las mujeres ha tenido un incremento no negativo, por lo que respecta a la ocupación de puestos de dirección o creación de empresas (incluso, en la ocupación de puestos de alta dirección o el liderazgo de cambios en grandes empresas tecnológicas), su presencia en el mercado tecnológico tiene todavía un largo camino por recorrer: programación, ingeniería, desarrollo, nanotecnología y tecnología aplicada a líneas de producción son horizontes aún lejanos para el género femenino.
259 comments. Leave new